Demi Lovato ha dejado atrás el oscuro pasado de su vida marcado por una profunda depresión que desembocó en un desorden alimenticio y al abuso de sustancias estupefacientes. Pero ha sido capaz de pasar página y, más fuerte que nunca, ha decidido hablar alto y claro que sus problemas para ser el mejor ejemplo de que se puede seguir hacia delante.
La artista juvenil ha decidido abrir su corazón en la publicación de una revista y ha confesado malos hábitos que padeció en una temporada que estuvo a punto de costarle la vida.
"No voy a mentir. Me automedicaba, bebía y consumía drogas, como hacen muchos adolescentes para olvidarse de todo y sentirse mejor". Así de rotunda se ha mostrado la joven. No esconde que tuvo un problema, pero igualmente reconoce que hoy por hoy forma parte de su pasado.
La cantante lo deja claro:"Ahora ya no bebo, no me drogo, no vomito después de comer, ni me fuerzo a pasar hambre. No hay nada de lo que hago hoy que me avergüence".
La también actriz ha aprendido a quererse y a valorarse tal y como es, por eso no ha dudado en contestar a quienes le han criticado por haber ganado peso. "No pretendo estar delgada como un palo, mi cuerpo no tiene esa complexión", comenta.
Lovato sabe perfectamente cuáles son sus virtudes: "Siento que tengo un buen trasero. No tengo pecho, pero tengo trasero".
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